
Antonio Guandinango
Guardián del arte textil simbólico de Cotacachi
José Antonio Guandinango, artesano kichwa, es originario de la comunidad de Cercado, en el cantón Cotacachi. Desde su infancia trabajo la tierra, el tejido y la musica, a lo largo de su vida, ha sido reconocido como músico tradicional—flautero de tonos ceremoniales para el Inti Raymi y Arpero comunitario para acompañar los rituales como: matrimonios, velorios y festividades de su comunidad.—y como un destacado tejedor de fajas en telar de cintura, una práctica ancestral cargada de simbolismo y memoria cultural.
El arte del tejido lo heredó de su padre, don José Manuel Guandinango, convirtiéndose no solo en una fuente de ingresos para su familia, sino también en un medio para transmitir conocimientos y cosmovisión. Durante su juventud, José Antonio recorrió numerosas comunidades del cantón Cotacachi, ofreciendo sus fajas; entre ellas Piaba Chupa, Morlán, Topo y Santa Bárbara, donde sus fajas fueron ampliamente valoradas por su calidad artesanal, la autenticidad de sus diseños y la cuidadosa combinación de colores que conservan patrones tradicionales únicos.
Hoy, a sus 70 años, don José Antonio continúa trabajando con dedicación y amor por su arte. El telar de cintura kallua que utiliza fue construido por él mismo, y a través de él da vida a tejidos que narran la historia de su pueblo. Las fajas que elabora están llenas de símbolos que reflejan el mundo andino: figuras humanas, parejas, mujeres, hombres con flautas; animales como el cóndor, gallinas, zarigüeyas, conejos, serpientes; así como elementos naturales y cotidianos como el sol, el agua, ollas y hasta automóviles. Esta riqueza simbólica no ha sido registrada en textos, pues el conocimiento lo conserva en sus manos y memoria. Cuidadosamente entrelaza los hilos y teje con paciencia hasta terminar la faja.
Actualmente, José Antonio trabaja junto a su esposa, María Zoila Liquinllana, con quien comparte las labores de hilado, urdido y tejido. Su trabajo representa una simbiosis entre lo íntimo y lo colectivo, entre el hogar y la historia viva de su comunidad.
En contraste con los productos industriales que se encuentran en mercados urbanos como Otavalo—fajas elaboradas en telares eléctricos y carentes de simbolismo—las piezas textiles de taita José Antonio constituyen un patrimonio tangible e intangible. Cada una de sus fajas es un documento visual tejido a mano, una resistencia silenciosa ante la homogeneización cultural y la pérdida de saberes ancestrales.
Invitamos al público, tanto local como internacional, a reconocer el valor de estas creaciones únicas. En cada hilo, en cada diseño, se resguarda la identidad de un pueblo que ha sabido mantener viva su historia y cosmovisión.
Mapa Digital del Textil
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Mapa Digital del Textil *
Galería
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Galería *

El proceso de tejido inicia con la urdida de los hilos

El urdido se realiza según la combinación de la nueva faja


En una base firme coloca su telar de cintura

El hilo urdido es colocado en los peines

El hilo se coloca en el peine superior e inferior depende de los diseños a realizarse

La callua wawa se coloca entre la calada superior y posteriormente en la inferior

Tensa su cuerpo e inica el tejido

Tensa los hilos , ubica la calada, pasa la trama y golpea.

La faja va tomando forma con diseños y simbología tradicionales

Realizar una faja toma dos días de trabajo

Taita Antonio y Mama Zoila tejen juntos manillas y fajas

Las fajas tienen un valor de 20 dólares